En 1890, en Holcombe Brook, un pequeño pueblo a nueve kilómetros al noreste de Bolton (Inglaterra), Joseph William Foster producía y vendía zapatos comunes para correr, cuando se le ocurrió crear una novedad: un zapato para correr con clavos; pocos lo creían pero sus ideas progresaron y junto con sus hijos, fundó una compañía de zapatos llamada J.W. Foster and Sons, la que tiempo después se conocería como Reebok que desde el año 2005, se convertiría en una subsidiaria del grupo alemán Adidas.
En ese mismo año en que Reebok se unió a la marca de las tres franjas, en el corazón de Johor Bahru, Malasia, abrió una pequeña tienda de tenis llamada Crossover, que poco a poco fue creciendo e involucrándose en proyectos con artistas locales al grado de convertirse en la boutique de Sneakers Premium del país. Al crecer su popularidad llamó la atención de Reebok, quien la eligió para unir fuerzas y creatividad para intervenir en un de clásico de la marca de 1986, el par Club C, cuya C significa campeón.
El proyecto le da al clásico modelo un tratamiento de piel en color blanco con detalles a los costados, costuras en relieve y líneas que evocan a la cancha de tenis, los patrones de cuerda de raqueta también pueden verse desplegados en su lengüeta de plástico, la cual luce el logo de Reebok Classic con el slogan de la tienda Crossover grabado en la parte trasera: “Be Reasonable, Demand the Impossible”.
Por si están interesados, el modelo Club C “Match Point” de Reebok y Crossover estará disponible a través de la tienda online de la famosa boutique Premium de Sneakers.